El proceso creativo permitió una busqueda descontrolada del sonido, con tiempos casi muertos y pesados, en ámbitos prolongados y vacios como el mismísimo espacio.
Sonidos cotidianos descontextualizados, acépticos del hombre, y el sonido de Júpiter, incansable viajero del espacio.
Todo descansa en el ténue sonido del piano, quien orienta al oyente para no desfallecer.
La aceleración comienza cuando la máquina abandonada por el hombre siente la necesidad de imitarlo, la aceleración se descontrola y la máquina deja de ser máquina para ser un Maquinoide.
El Cuento, La Pintura, La Imágen, El Collage, La Escultura, La Fantasía, dejaron de ser lo que eran para transformarse en, El Cuento Sonoro, La Pintura Sonora, La Imágen Sonora, El Collage Sonoro, La Escultura Sonora y La Fantasía Sonora. (dur: 18´53").
Claudio Suárez.
